Aquí un servidor nativo digital, la mitad del tiempo pienso en 2.0 y filosofando 2.0 llegué a la conclusión que en el mundo terrenal todos morimos, pero y en lo digital?

Nuestra alma 2.0 parece ser inmortal, es una parte de nosotros que no desaparece cuando nuestro cuerpo está criando malvas. Quizás más que alma sea simplemente un conjunto de recuerdos 2.0.

Cuando nos morimos dejamos un legado digital, ajeno al mundo físico, nuestras cuentas en Facebook, Twitter… y cualquier otra red social, pero además tenemos cuentas de correo electrónico, cuentas en foros, cuenta en Paypal y quizás incluso un blog!

Que debemos hacer con nuestra vida digital, esperar que esos servicios vayan cerrando o nos desactiven las cuentas por inactividad? Siempre puedes tener un compañero o familiar que sepa que hacer en caso de que dejes el mundo físico para poder practicarnos una eutanasia 2.0. Si no haces nada cada vez que alguien se conectara al Facebook te vería allí tan “vivo” como solías ser, incluso el día de tu cumpleaños habría los típicos despistados que te felicitarían por haber logrado sobrevivir un año más sin saber que ya estás bajo tierra.

Si no recuerdo mal, si Facebook se entera que te has muerto todos lo que haya sobre ti en sus servidores pasará a ser propiedad suya. Así que si deseas desaparecer de la mega red social, es mejor que le des el usuario y contraseña a alguien para que la borre sin tener que recurrir a Zukerberg.

Si eres un poco exhibicionista 2.0 y no te gustaría que te borrasen de Internet, no pasa nada. No se trata de desaparecer de internet, sino pensar antes de morir que se tiene que pensar que hacer con tu legado digital y dejar instrucciones para que se actúe según tu voluntad.

Tip: Hay agencias que se encargan de practicar tu voluntad con todos tus datos digitales una vez estés en el otro barrio.

Chorrada: Quizás la próxima superproducción de Hollywood sea: “El alma 2.0 que vagaba eternamente por Internet”.