Hace ya unos días @Ana me pasó el link de un podcast de Tim Ferris para que lo escuchara. Este podcast distintas personas famosas entre las cuales hay Seth Goldin y James Altutcher exponen las distintas razones por las cuales persistir o abandonar una meta. El podcast consiste en mensajes grabados exponiendo las opiniones de las distintas personalidades uno detrás de otro pero sin tener el formato de entrevista o mesa redonda donde los participantes interactúan. Dicho podcast me ha parecido extremadamente interesante. Lo he escuchado un par de veces tomando apuntes la segunda vez. Como quería poder revisar las ideas más adelante he escrito este post para poder revisar los conceptos mas adelante pero a la vez compartirlas con el mundo. ¡Ahora sin más dilaciones vamos al curro!

El problema principal es la diferenciación entre una mala idea vs una idea que no ha funcionado aún. Quiero remarcar la palabra aún ya que es de vital importancia estresar la diferencia entre un proyecto que no va a funcionar de uno que si. Un proyecto que *aún* no ha funcionado es una meta que con persistencia conseguiremos alcanzar atravesando el abismo (o dip en ingles). Por el contrario si un proyecto no funciona (sin el aun) nunca lo hará. La clave esta en saber diferenciar entre el proyecto que nunca va a funcionar de uno que si lo hará dada suficiente perseverancia.

Una de las primeras cosas que tienes que tener en cuenta es evitar la falacia del “coste hundido”. El coste hundido son un tipo de costes (ya sean económicos o emocionales) que ocurrieron en el pasado y que no se pueden recuperar en el tiempo presente. El coste hundido a menudo nos causa “dolor” al abandonar un proyecto después de haber invertido tanto tiempo y esfuerzo. Pese a todo el cariño y dedicación invertidos en un proyecto, abandonar puede ser la opción mas sensata. Cuanto antes dejes el proyecto fallido menos recursos invertiremos fútilmente, menos costoso a nivel personal te va a resultar y antes podrás comenzar de nuevo. No tengas miedo de abandonar proyectos que consideres fallidos pero a su vez no abandones proyectos por capricho. Recuerda que a menudo el camino hacia el objetivo es difícil y contiene abismos que superar. Si abandonamos metas sin llegar a superar el abismo nunca llegaremos a la meta ni obtendremos los objetivos que nos propongamos.

El abismo es el motivo que hace el proyecto digno de ser perseguido. Si no hay abismo cualquiera puede conseguir la meta restando valor al resultado final. Cuando todos pueden llegar al mismo objetivo, llegar a la meta se convierte en algo trivial ¿dónde queda luego la satisfacción de un trabajo bien hecho y una recompensa merecida? El abismo es el mecanismo para separar los que deseen un objetivo con suficiente fuerza de los que no tienen la persistencia para endurar. En la universidad típicamente el primer año es el que contiene las asignaturas más odiadas por los alumnos. Pero cualquier estudiante que desee conseguir la carrera se le precisan dichas asignaturas. Cualquier persona que no desee con suficiente fuerza sacarse la carrera abandonara y escogerá otra facultad para terminar otra carrera. Pero si por lo contrario estás dispuesto a pelearte con asignaturas que son difíciles, al cabo de unos años en la ceremonia de graduación estarás eufórico por haber conseguido obtener el titulo. En ese momento ya prácticamente no te acordaras de esas asignaturas de primero que todos sufristeis y que a nadie le gustaban. Pero esas asignaturas que tu superaste sirvieron de barrera para las personas que no lo tenían muy claro.

Aunque te parezca que estas solo peleando contra los elementos en un lugar inhóspito, difícilmente serás el primero que pase por el abismo. Casi siempre habrá alguien que ya haya pasado por lo que tú estas pasando o por lo menos por algo muy similar. Es extremadamente difícil ir por un sendero virgen en el que nadie más se haya aventurado. No es imposible, pero difícilmente serás el primero. Si es así, si realmente eres el primero en ir andando por el camino, ten cuidado quizás estés fumando tu propio crack…

Tienes que ser sincero contigo mismo. Des del principio poner unas métricas y objetivos bien definidos y revisarlos durante el transcurso del proyecto. Unas métricas y objetivos bien definidos nos ayudaran a saber si seguimos en camino, nos hemos desviado o debemos abandonar. A veces también puede ser que queramos evaluar y reconsiderar si las métricas son válidas o los objetivos siguen estando el día. Pero con cada revisión de métricas tienes que ser cuidadoso ya que puedes caer en la trampa de fumar tu propio crack.

Para saber si estas avanzando o estas atrapado en un callejón sin salida pregúntate si estas sacando algo bueno del trayecto. Si estas obteniendo “activos” probablemente estés avanzando hacia tu meta aunque no lo parezca. Aunque sean pasos pequeños al final vas a llegar a la meta. Obteniendo más clientes, experiencia o conocimiento, y generando posesiones o elementos de valor son pequeños pasos que nos acercan a la meta. SI estas obteniendo activos y persistes al final tendrás tu recompensa. Solo es cuestión de tiempo y esfuerzo hasta llegar a la meta y disfrutar de sus resultados. Pero si sientes que no estas aprendiendo quizás sea el momento de parar. Si como persona no estás avanzando quizás no merezca la pena. Incluso a veces con una buena cantidad de usuarios recurrentes sea mejor dejar el proyecto porque no obtienes nuevos usuarios a pesar deque el sector esté creciendo.

Abandona cuando el coste sea demasiado grande como para seguir. El coste te ayuda a cuantificar tus deseos de conseguir el objetivo. Que cantidad de sufrimiento estás dispuesto a pasar para llegar a tu meta. Siempre puedes abandonar proyectos en vista de uno mejor pero a su vez ten en mente que siempre abandonar proyectos a la mitad nunca terminaras ninguno. Abandona cuando estés intentando convencer a alguien de algo mediante tus actividades. Abandona cuando no sea divertido, cuando no te lo pases bien, cuando no disfrutes. Persiste si consigues conectar tu sueño con la meta. Un objetivo alineado a la meta te permitirá persistir duros y largos periodos de tiempo, de lo contrario te va a ser más fácil abandonar. Desistir no es malo de por sí. Renunciar a alcanzar un objetivo es lo malo. No renuncies cuando tengas opciones a alcanzar una meta con un coste asumible. No abandones por falta de persistencia cuando las cosas se ponen feas.

Cuando no creas en lo que trabajas abandona. Si no crees en tu proyecto nadie lo hará por ti. Tienes que estas motivado para trabajar. Si hay algo en tu tripa que te hace sentir incomodo (que no sean gases :P) abandona. La intuición es un elemento de la vida del que no se presta mucha atención. La intuición está infravalorada. Estos sentimientos que tienes en la barriguita te indican muchas cosas. Es una de las fórmulas que tiene la natura para informarte de lo que estás haciendo no está bien. Si tienes esta percepción abandona. Si tienes un mal presentimiento es que algo no está yendo bien aunque no puedas identificar el motivo por el que te sientes así abandona. La intuición es lo que percibe cada célula de tu cuerpo basado en experiencias pasadas.

A veces tenemos que analizar nuestros objetivos y preguntarnos honestamente que es lo que realmente queremos obtener. Por ejemplo, si quieres ser jugador de baloncesto de la NBA quizás no tengas los genes o no estés dispuesto a seguir todas las limitaciones que te imponen para triunfar en el mundo de la élite deportiva. Pero si lo que quieres es trabajar en la NBA quizás puedas ser entrenador o fisioterapeuta. Si lo que quieres es estar involucrado quizás puedas conseguir comprar un equipo, pero si tu objetivo real es ser famoso quizás puedas trabajar duro para ser estrella de rock. Puedes triunfar y ser famoso en muchos otros ámbitos. Quizás te resulte más fácil ser famoso en otras industrias consiguiendo así tus sueños.

Nota: Para también se requieren oportunidades y la suerte. Ambos juegan un papel importante. Probablemente mas importante de lo que muchos queramos reconocer.